lunes, 29 de diciembre de 2014

Luis Alberto Spinetta - Fragmentos





Cuando nombraste todas las cosas y te pesa en los hombros lo ridículo y lo injusto y hay tanta inconmovible realidad a tu alrededor, te das cuenta de que sólo te quedan las cosas que amás, en algún momento y en alguna parte. Entonces todo paree una gran salina muy blanca en la cual estás parado, sin ser ni bueno ni malo: con tus cosas.




Revista Pinap Nº16 -  Julio de 1969




"- Páseme los secretos para ir al infinito - le pedía el joven al viejo. Y el viejo le contestaba: - ¿Vos te creés que se llega al infinito con recetas de cocina? Solo crearás tus alas y el viento en contra te inventará los músculos.
El joven, desilusionado, pateando latas por el camino, se fue a casa; y al ver que su mujer no le había preparado todavía la comida, le propinó una soberana paliza. Y todos los días, inexorablemente, iba a pedirle el secreto al viejo; y el viejo era muy joven, y el hombre se moría como algo que se extingue, como las selvas y los mares, que sólo son instantáneos. Imperceptiblemente instantáneos."




Revista Cronopios Nº1 - Octubre de 1969









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